viernes, 5 de febrero de 2021

El extraño vicio de leer ocho libros a la vez.

Qué extraño vicio este de empezar libros. Ahora que las letras me inundan paliando el desaosiego con garabatos de irrealidad, he caido de nuevo en el vicio obsceno de ir comenzando libros, uno tras otro sin concluir el anterior, sin esperar al siguiente.

Empezar libros es meterse en calles desconocidas que a veces te llevan a recodos sin salida y otras sin embargo a parques abiertos sin enmascarar. Qué bonita la emoción de lo nuevo. Es aquel afan adolescente de conocer gente nueva, relaciones alternadas, amontonadas, confluyentes que hacen del recuerdo una mezcolanza agradable de caras e historias casi sin diferenciar.

En este momento arrastro La fuente de la edad de Mateo Diez del que nada había leido y creo que nada volvere a leer, es una lectura densa en el que el preciosismo llega a la ebriedad a veces insustancial de la frase perfecta. Pero el texto no avanza y yace atornillado en sí mismo en la estética sin fondo ni argumento (pag 165 de 349).

Tengo ganas de leer a Chaves Nogales de una vez hablando de paz. En El maestro Juan Martinez,  habla también de guerra, en este caso la rusa del 17, que parecer tocarle de soslayo, distinto a la de A sangre fuego que hablaba de una guerra en la que el escritor se dejaba jirones de piel en cada estrofa. Es un placer siempre leer al sevillano, pero preferiría leerle por fin algo sin muertos. Que bien empieza este libro en París. (pag 211 de 287). 

Y ya que hablamos de marxistas vayamos al origen, he arrancado con Marx el malo (el bueno es groucho por supuesto) y ya voy por la cuarenta del 18 de Brumario de Luis Bonaparte. Me está sorprendiendo para bien la ironía del señor de barbas, vamos bien.

Me gusta mucho desde hace tiempo, lo que leo de Josep Pla, pero el cuaderno gris es encomienda complicada que voy mordisqueando pero que tiene vocación de lectura estival. Por eso me he decidido por Viaje en autobús. Es una maravilla con que sencillez y brillantez maneja la descripción y el sarcasmo este hombre. Ultimamente estoy profundizando en su contradictoria vida y ya me he visto un par de reportajes cuyo nombre no recuerdo y una entrevista de Joaquin Soler Serrano en los archivos de rtve. Me gustó mucho su Advenimiento de la republica que lei hace unos  años.

Saer es escritor de trago largo. Ahora hace un año leí El entenado que me encantó, pero Glosa es otra cosa, no sé si mejor o peor, distinto. Dos tipos andan y se cuentan una fiesta en la que no estuvieron ninguno de los dos y andan y hablan y hablan y andan; nada pasa o todo pasa mientras hablan. Es una delicia el uso del lenguaje de este hombre, pero da la impresión de que si paras la lectura va a ser complicado volverlo a retomar. (150 de 240)

También americano del sur Onetti de quien incomprensiblemente nada había leido, estoy con Cuando ya no importe que está en el puesto 20 de esa lista de mejores libros en español que tanto me gusta. Me ha enganchado totalmente y me he zampado 100 páginas de golpe.

Y finalmente Rorschach y Pseudo me recomendaron Abierto toda la noche de Trueba (no sé si me lo recomendaron o me dijeron que es el que más les había gustado de él, que no es exactamente lo mismo). Me había leido Saber perder que es una tufarrrina insoportable y sin embargo el guión de Madrid 1987 me gustó mucho, como la peli  con sacristan y valverde (puffffffff). Me esta divirtiendo y no sé porque me recuerda a Un amor de Alejandro Palomas que también me gustó.

Pues en esas estamos. Voy a buscar alguna foto de alguna señora leyendo que siempre ameniza estos post ladrillos. Vaya Heidi Klum debe leer poco no la encuentro con un libro en la mano. Lo intentamos con Cindy.

 

4 comentarios:

  1. Wowowowowowo... me quedo súper admirada (y envidiosa), que puedas iniciar varias lecturas a la vez; porque si bien me ha hecho sonreír de manera cómplice esa descripción del eterno adolescente en búsqueda de personas nuevas, de emociones nuevas, de experiencias hasta ahí desconocidas... con los libros no puedo, y mira que lo he intentado, pero nada que hacerle. Llegaré a la conclusión de ser un poco aburrida... primero uno y luego otro.

    De todos modos no he resistido a apuntarme algún que otro título... un beso.

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    1. No lo echaques a la virtud
      más bien a la dispersión mental
      que me caracteriza.
      Bss

      PD-. En este intervalo ya me he acabado dos
      En el de Onetti el desorden se le escapa de las manos, pero escribe sensacional. Le daré otra oportunidad.
      En el de Chaves Nogales demasiados muertos y tragedias.

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  2. La entrevista de Soler-Serrano a Plá me enganchó en el museo de Palafrugell.Y pese a que en casa eran de visión obligatoria me debió pillar muy chica como para recordarla.
    Y la foto de muchacha leyendo, Marilyn leyendo a Miller¿te resultaba muy obvia, no?

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  3. Yo suelo leer también muchos a la vez, ya estoy atrapado en el mundo digital del ePub, y encima en esta época que cada vez es más complicado irte a una librería a husmear libros, Amazon y las páginas de descarga han ganado la partida. Por otro lado, lo de perder el hilo de alguna de las tramas de las novelas al interrumpir una lectura con otra, no me ocurre, quizás porque leo ensayos, y es fácil tomarte un tiempo entre capítulo y capítulo, y por otro lado porque en las novelas y la ficción, hay momentos de aburrimiento, de desbarre, y en vez de abandonarlo, le doy un tiempo para recuperar mis energías. Casi lo tomo como una relación poliamorosa: cuando una mujer se enfada contigo -por motivos importantes, pero siempre desconocidos para ti-, tienes la opción de irte con otra hasta que la convivencia/lectura vuelve a ser apasionante. Espero que no haya sonado machista y alguien quiera cancelarme xD

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