martes, 25 de abril de 2017

Quien me ha robado el mes de abril.

Así se acabo el mes de abril de aquel diecisiete. Llovieron sobre el empedrado rafagas de luna. Se hizo oscuro, se apoderó de su mirada un dolor ajeno que le taladró la mente de lado a lado y cerró los ojos con el olor intenso a rueda quemada. Se supo flácido, desinchado, sin palabras. Se supo niebla, casi asfalto y regreso sobre su cabeza aquel manto oscuro que cubria el cielo y dejaba el paisaje sin aire,como envasado al vacío. Pensaba y se emborronaba. Colgaban sobre su espalda afiches clavados con alfileres y carteles de "Se busca". Pero no lo encontraron. Huia. Se abrieron sobre su mente imagenes de sexo hueco, con caras desencajadas y miembros desordenados que a veces penetraban con dolor y otras desaguaban flácidos  sobre cuerpos obesos.  Se emborracho de poemas de Andreu. Vomitó. Soñó hacerse iguana en el vacio de una carretera comarcal desierta. Solo se oia el cartel del motel con el neón en su último estertor y una risa lejana de una mujer sin dientes.

Al fin llamaron a la puerta. Miró por la grieta, venían a a buscarle varios hombres armados, sí a él, acreedores vengativos, sicarios malpagados o quizá fueran tan solo policias justicieros que pedirían mordidas por no llevarlo a la trena. Abrió de golpe. Se lanzó gritando sobre ellos en el deseo indisimulado de que le acribillaran a tiros para no sufrir más.
No lo hicieron.

martes, 11 de abril de 2017

Los tesoros de Iberlibro.

Para conmemorar el 80 cumpleaños de Carlos Castilla del Pino escritores, psiquiatras e intelectuales varios escribieron hace 15 años un par de páginas cada uno sobre el sabio cordobés.Y juntando las cuentas al final hicieron rosario en forma de libro. Me acabo de comprar esa joya descatalogada a través de Iberlibro que como sabeis es el mejor invento para los ratones de palabras como yo. 
He comenzado por el centro leyendo las dos de Muñoz Molina: "En la España del siglo XX, tan fertil en cambios bruscos, en largos periodos de estancamiento seguidos de convulsiones, ha sido muy frecuente el hábito de construirse uno un pasado a la medida de sus ambiciones de presente, tarea para la cual es tan importante el olvido y la simple mentira como la memoria adecuadamente selectiva".
Y en esas cuatro lineas ya rebosan las ideas de los yoes y del sujeto; del proyecto vital y del fracaso; de la culpa y el autoengaño para seguir viviendo. Todos ellos empapan el discurso entero de Carlos Castilla que me sirve desde hace años de amalgama para lo que vivo y leo.