jueves, 15 de febrero de 2018

Vine cerrando el blog y me voy renovándolo

Leo y me gusta, modestia aparte, lo que tengo escrito en este blog. Más largo que un poema, más corto que un dislate en el chicodelaconsuelo. Ocupa el papel preciso de esos dias en los que tienes vocación de escribir más rato sin irte muy lejos. 
Estoy leyendo a Murakami cuando habla de escribir y tiene la virtud, hasta lo leido, de bajar al escritor al suelo. Y es que quizás la gente que juntamos letras aspiramos a demasiado y nos damos demasiada importancia. Lo que viene siendo ser un intenso.
Escribir es un divertimento. Me desdigo aquí y ahora de las veces que he pintado el escribir como un ansiolítico barato. Lo que cura del escribir es desviar la atención de uno mismo, desfocalizar el ombligo como actor único de nuestros trasiegos mentales, entretener los pensamientos cuando entran en bucle pernicioso. O sea divertirse.
No se escribe para poder recordar sino para poder olvidar y pasar a otra cosa, lo que está en la libreta ya no tiene porque mantenerse en el magin que se arrebuja abrazando fijaciones.
Y resulta que he regresado aqui con la intención de importar lo que me gustara de este rincón y darle cierre y me voy 25 lineas y mil caracteres después escribiendo un post nuevo e indultandolo otro rato más, otros meses más.Dando voz al hermano gafotas que todos llevamos dentro.