miércoles, 23 de enero de 2019

Soy un drogadizo de los libros

¿Quien dice que no se puede zapear leyendo? de siempre leo varios libros a la vez; paso de uno al otro, lo dejo abandonado y lo retomo luego. De repente me enganchó y me engullo paginas y páginas hasta llegar al final. Rara vez no termino un libro que empiezo. Varios abiertos en la tablet, otros en ebook, casi todos en papel amontonados sobre la mesa del despacho y la mesilla.
Abro las cuevas de ali baba que pueblan la red y me bajo cosas y cosas que en la vida podré leer. Por ello no dejo de comprar y compro libros en papel, recibo el circulo de lectores donde también caen un par de cada revista. Voy a las librerias de segunda mano, a los rastrillos y compro cosas dificilmente conseguibles. Luego está iberlibro, cuyo uso me he autorrestringido para no caer en la banca rota. Blogs y blogs que intento organizar en los ladillos de las bitácoras, otros blogs donde se leen cuentos e historias. El Jot down para los primeros domingos de mes. El tuiter donde favoriteo artículos largos... Tiempo me falta tiempo para ir de un libro a otro. Me falta tiempo para leer todo lo que me recomiendan, incluso lo que me desaconsejan para poder también yo dar mi opinión negativa. Me "endrogo" que diría mi abuelo con tanta palabra, eres un "drogadizo" de las libros, me diría.
 

Repasando sin mucho detenimiento: Tengo abiertos desde hace tiempo un par de libros de cuentos de Barnes que no me gusta mucho pero que en algún momento tendré que acabarlos (Al otro lado del canal y La mesa limon) me los recomendó Pseudo pero se me han hecho bola. Es devoción lo que siento por Plinio Apuleyo Mendoza y desde el verano tengo abierto Entre dos aguas que lo arranque con mucha fuerza pero luego me da miedo leerlo con desden (ya sabeis que a los libros que se leen mal se les borran las palabras). He empezado a Bolaño y su 2666 de las cinco historias acabo de terminar la primera, voy por la pagina doscientos y pico de las más de mil. Me recuerda mucho a Los detectives Salvajes que se me derritió entre las manos sin pena ni gloria. Hay un par de autores/psiquiatras a los que nunca sé si leo o releo porque siempre están a mi alrededor uno es Luis Rojas Marcos (Eres tu memoria y superar la adversidad) y el otro Castilla del Pino. En verano comencé El quijote en una versión digital con muchos y acertados pies de página, me cautiva el lenguaje tan peculiar, no tengo prisa y lo dejé en su primera vuelta a casa. También El cuaderno gris de Josep Pla traducido por Ridruejo que es una maravilla y me voy leyendo de vez en cuando un dia y al tiempo otro. No todo tienen que ser tochanas así que de relajo me leo un policiaco. Me leí Ritos de Muerte de la inspectora Petra Delicado que fue su excelente primero y he seguido por uno que le mandan penes a casa y que ahora no tengo ganas de buscar el titulo, lo llevo por mitad y como lo tengo en el ebook puedo leerlo en la cama sin despertar a la contraparte que se levanta a las cinco y media y no son cosas de bombillearla. Hablando de la parienta se ha terminado uno de Alejandro Palomas que le ha encantado, se titula Un amor, y por eso de no llevarle la contraria me lo he comenzado bajo amenaza de dejarlo si me sopla una sola palabra, voy por la cien, voy a toda prisa  para que no me espoilee (es superior a sus fuerzas no hacerlo). En el ordenador me leo El aroma del tiempo del filosofo Byung Chul han (El chulo jan para el Sr NaN y sus amigos) luego sigo con los libricos de historia (hay uno que me hace gracia que es Historia virtual de España, o algo así, recrean qué hubiera pasado si no hubieran sucedido determiandos acontecimientos y que yo recuerde así está la cosa, pero seguro que tengo empezado alguno más.

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