miércoles, 1 de noviembre de 2017

¿En qué sueño cuando despierto?

Al despertar cada mañana me pongo las gafas de ver, desentumezco los sueños, desato las sombras del duermevela y sin querer recito palabras que en otros tiempos fueron oraciones y hoy son tan solo poemas. Es como si soñara en verso, como si rimara palabras desnortadas con trazas de pesadillas. Me gustaría grabarlas en un magnetofono de voz pero sin pronunciarlas para que no se deshicieran como el terrón de azucar en el primer café. Me quiero levantar.
No me levanto, pero al ir enchufando el rincon de las tareas pendientes y de los deberes por cumplir, siento como si las frases fueran perdiendo sus letras una a una. Tengo el impulso irrefrenable de correr a escribirlas para no olvidarlas; pero sabedor de que no me dará tiempo, prefiero degustarlas despacio en un último intento por dejarlas ahí.
Pensar en vacio, pensar en nada mientras suena el segundo aviso tras ocho minutos de aplazar el despertar. Me imagino recitándolas, hablando de madrugada en una radio sin oyentes. Me imagino de mañana dando los buenos dias a eso de las seis abriendo la cancela sobre la musica de fondo de una sintonía de programa matinal. Y es que las palabras que se sueñan tienen vocación de audiencia. De no quedarse arrebujadas como los complejos en el silencio de lo que no se cuenta.
Enciendo el movil, le doy al acceso directo a mis sueños como si esperara un guasap del más allá; pero no me encuentro en la agenda de contactos. Abro la carpeta de blogs por si se hubiera escrito sin querer un post de improviso que encerrara en veinticinco lineas lo que me gustaría escribir; sufro desencanto al ver a pie de titulo el reproche de tres meses sin actualizar.
Me imagino de repente como un señor antiguo, de esos que hacían sus primeras abluciones con jofaina y aguamanil y al tiempo me represento bajo la ducha ardiente de esta mañana de noviembre limpiando de desasosiego mi pereza bajo rafagas en ducha multifunción. A penas ya nada queda de belleza cuando pongo los pies en el suelo, me toco para saberme y lamento un dia más no haber aprovechado los versos de vigilia para rellenar de frases el blog que abrí un dia y lleva tres meses sin actualizar.

2 comentarios:

  1. El otro día leí que las mejores ideas son en duermevela y estoy de acuerdo, si no nos pudiera la pereza del momento...

    ResponderEliminar
  2. No se si son las mejores pero si que son las más provocadoras, allí donde se entremecla la realidad y la imaginación.

    ResponderEliminar